La medicina basada en la evidencia y la búsqueda de la verdad

01.02.2021

Hay evidencia de que ciertos tratamientos curan el Covid-19 en menos tiempo y a una fracción del costo de la medicina hospitalaria. Pero a falta de estudios formales, son rechazados por las autoridades sanitarias del mundo.


La Asociación Ecuatoriana de Médicos Expertos en Medicina Integrativa basada en Guayaquil, AEMEMI, realizó a inicios de mayo un ensayo clínico muy relevante para la actual crisis sanitaria pero que fue ignorado por las autoridades sanitarias y los medios de comunicación. 104 pacientes hospitalizados por Covid-19 recibieron como terapia dióxido de cloro oral o intravenoso. El resultado fue asombroso: el 97% de los pacientes se recuperó en 4 días o menos.


En farmacología, que un medicamento nuevo muestre un 97% de eficacia contra una dolencia carente de terapia efectiva es un suceso, algo que nunca ocurre. Y si ocurriera, ocuparía las primeras planas de los medios de comunicación. En este caso, quizás por tratarse de un medicamento sin patente y por lo tanto sin ningún interés económico que lo impulse, el estudio pasó totalmente desapercibido.

Los autores aclaran que no se puede establecer un vínculo de causalidad; pero es innegable la relevancia estadística que sugiere una fuerte correlación entre contaminación y mortalidad. Y concluye Becchetti «Covid-19 es una enfermedad respiratoria y pulmonar y nuestro estudio encuentra una asociación estadística muy significativa entre la contaminación, los contagios y la gravedad de los resultados de Covid-19».


Pero a decir de sus críticos, el trabajo de AEMEMI pasó desapercibido porque no podria ser considerado un estudio científico. En efecto, el estudio realizado no cumple con los estándares metodológicos para aprobar el uso de un fármaco nuevo. No hubo un grupo de control, esto es, un grupo adicional de pacientes con similar patología que recibiera un tratamiento estándar o una substancia inerte, para luego comparar los resultados de ambos grupos y establecer si existe una diferencia significativa que sustente la eficacia del medicamento.

El estudio tampoco tuvo condiciones de "doble ciego", es decir, que ni los pacientes ni los que realizan el estudio sepan quiénes realmente recibieron la medicina en prueba. Con esto se busca eliminar de la ecuación el famoso e intrigante efecto placebo, comprobando pero nunca explicado por la ciencia, por el cual las expectativas favorables del éxito de un tratamiento influyen significativamente en su eficacia.

A pesar de estas limitaciones, como estudio preliminar no deja de constituir una importante evidencia inicial que grita la necesidad de hacer más y mejores estudios. Sin embargo, la respuesta del Ministerio de Salud del Ecuador, en lugar de disponer que se haga un estudio científico formal, fue negar lo ocurrido y repetir [sin hacer ninguna referencia a un estudio] que el dióxido de cloro es una sustancia tóxica para consumo humano. Parece una broma pero es lo que ocurrió.

Según declaró a Nuevas Alternativas el Dr. Víctor García, del equipo investigador, "más que un estudio científico, lo que hicimos fue una gestión de emergencia para salvar vidas. En un momento así no hay cómo perder tiempo en la planificación de un estudio científico. El estudio está por hacerse. Pero ahora se habla mucho de la medicina basada en la evidencia, lo que significa que, por más que no haya estudios científicos sobre un tema, la evidencia no puede ser ignorada. Las autoridades de salud del mundo deben de una vez por todas entender que la salud no puede seguir siendo patrimonio de las farmacéuticas".

¿Qué explica este extraño desinterés por ampliar el estudio de un medicamento con tantos indicios de ser efectivo? Cuando la sociedad permite que la medicina se convierta en un negocio, inevitablemente la salud humana se va a convertir en una simple mercancía. La solución de la regulación del estado no está funcionando; los tentáculos del negocio llegan a los entes de control, aun de sociedades con bajos niveles de corrupción. Cuando la prioridad de los entes de control está en el negocio y no en la salud de la gente, estamos ante una situación preocupante

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Quienes deberían ayudarnos a filtrar la buena medicina de la charlatanería están haciendo lo contrario. Nos están escondiendo la buena medicina. ¿Qué podemos hacer si los mecanismos sociales de control al negocio de la medicina no controlan sino que son aliados del descontrol? Informarse por medios propios y asumir personalmente el control de su propia salud parece ser la única salida.

Lo cierto es que la medicina ortodoxa a nivel mundial ha condenado el dióxido de cloro no sólo como ineficaz sino también declarándolo dañino. A raíz de que la FDA lo declarara una sustancia tóxica, las agencias de control sanitario en todo el mundo han repetido la narrativa. Luego de investigar exhaustivamente el tema, no he encontrado ninguna referencia puntual a casos de efectos secundarios graves y visibles por el uso de esta sustancia.


Campaña contra las curas al Covid

Hay muchos testimonios de médicos en América y Europa que han arriesgado su reputación al recomendar el uso del polémico dióxido de cloro. Asimismo, abundan los testimonios de pacientes que atravesaron estados de gravedad con Covid y otras enfermedades y se curaron utilizando dióxido de cloro.

Este tipo de videos son sistemáticamente eliminados de Youtube, quien abiertamente censura toda forma de terapia o medicina alternativa contra el Covid-19, bajo la premisa quizás bienintencionada pero claramente anticientífica de que existe una verdad única en la ciencia médica.

Vivimos en un mundo al revés. Las autoridades sanitarias toleran la venta libre de productos alimenticios sobre los cuales existe amplia evidencia de una probable toxicidad, como el glutamato monosódico, los edulcorantes artificiales o los alimentos transgénicos. Pero combaten el uso de un medicamento que en numerosos estudios no revelan toxicidad alguna. No existen casos de muertes por uso de dióxido de cloro, y en ninguna de las variantes usadas por la comunidad científica para considerar tóxica una sustancia, el dióxido de cloro es tóxico. Andreas Kalcker, uno de los principales divulgadores científicos del uso del dióxido de cloro, analiza aquí su toxicidad.

Cada año mueren más de un millón de personas en el mundo por diabetes. Bastante más de los 675.000 muertos totales por Covid-19. Una de las primeras causas de la diabetes es el excesivo consumo de azúcares y carbohidratos. Si los estados se permiten intervenir en la vida de las personas al punto de restringir sustancias como el dióxido de cloro, también deberían restringir (o tasar fuertemente) la venta de productos azucarados. Pero no ocurre.

¿Simples errores o corrupción?

La hidroxicloroquina es otro medicamento que no ha merecido la debida atención del sistema médico oficial, a pesar de que su eficacia en etapas iniciales de Covid-19 ha sido comprobada por miles de médicos en todo el mundo. Una encuesta realizada en el mes de marzo entre 2.171 médicos reveló que para el 36% la hidroxicloroquina es el tratamiento más efectivo contra el Covid-19. Otra encuesta realizada en abril entre médicos estadounidenses indicó que el 67% de los médicos encuestados sí recetaría este medicamento a un familiar con Covid-19.

Un grupo de médicos brasileños publicó una carta abierta denunciando que los estudios que supuestamente demuestran que la hidroxicloroquina es ineficaz para tratar el Covid-19, estuvieron manipulados (la carta aquí).

Martin Knight en "Saboteando la hidroxicloroquina, ¿por qué los tests se hacen sólo en pacientes hospitalizados? pregunta por qué en los estudios que se hicieron para validar la eficacia de este medicamento se hicieron en pacientes hospitalizados. Si ya se sabe que la hidroxicloroquina surte efecto en las fases iniciales de la enfermedad, ¿qué objeto tiene aplicarla en fases avanzadas?





Fuentes

Estudio de Harvard sobre la relación entre la contaminación y el Covid-19 https://projects.iq.harvard.edu/covid-pm

Estudio de 2003 que establece correlación entre la contaminación ambiental y el SAR-https://ehjournal.biomedcentral.com/articles/10.1186/1476-069X-2-15 

trabajo investigativo del panel inter-partido político del Parlamento inglés sobre el tema https://appgaq.wordpress.com/

Análisis de The Guardian sobre la capacidad del virus que ocasiona el Covid-19 de adherirse a las partículas https://www.theguardian.com/environment/2020/apr/24/coronavirus-detected-particles-air-pollution